Idéafix/Idéfix: Este pequeño perro blanco, un
tanto peludo, de orejas caídas con puntas negras y unos mostachos muy a lo galo
es la mascota de Obélix. Aunque en las películas con actores reales se emplean westies para interpretar a Idéfix, su verdadera raza
es desconocida.
La primera ocasión en que se pudo ver a este perrito -por entonces sin nombre- en una aventura de Astérix, fue en 1963. En aquel entonces la revista "pilote" publicaba "La Vuelta a la Galia". Con un aspecto más peludo que el actual, lo podemos distinguir en la puerta de un comercio de charcutería y ultramarinos de Lutecia, en el que habían entrado Astérix y Obélix. A pesar de no haberle hecho ningún caso durante la aventura, al final Obélix lo adoptó como mascota.
Esta decisión de Obélix no debe extrañarnos,
si tenemos en cuenta que ya de pequeño jugaba con un muñeco de madera muy
similar a Idéfix.
Para elegir el nombre del nuevo
personaje se consultó a los lectores de "Pilote".
Entre la multitud de apelativos propuestos, cuatro personas escogieron “Idéfix”.
Este nombre resultó elegido porque además de ser corto, sonar bien y poderse
recordar fácilmente representa el carácter del nuevo personaje: un animal joven
y obstinado (Idéfix suena igual que "idée fixe", que significa "idea fija").
Se
trata de un perro encantador, muy expresivo, juguetón y sobre todo muy fiel a
Obélix con quien comparte numerosos gustos, y si no que le pregunten a jabalíes
y romanos.
Además
Idéfix es un perro ecologista que no puede soportar que nadie arranque un árbol
en su presencia, se pone muy triste.
En
algún momento se ha visto en medio de una discusión entre Astérix y Obélix.
Y alguna vez ha tenido que tomar partido.
En
ciertas aventuras Obélix no lo puede llevar de viaje con él, como sucedió en el
viaje a Bretaña, o cuando nuestros amigos se alistaron en la legión romana,
no viajó a Helvecia, ni estuvo en Roma tratando de hacerse con los
laureles del César, ni tampoco viajó a Caledonia. En estas ocasiones a Obélix siempre le da mucha pena tener
que dejarlo atrás.
Otras
veces Obélix busca maneras, más o menos ingeniosas, para llevarlo consigo.
Incluso
ha llegado a embarcar oculto por otra persona.
En sus viajes ha hecho amigos.
Y aunque se ha enfrentado a
numerosos peligros…
…alguna vez, el peligro ha sido él.
Uno de
sus momentos cumbre en "Las Aventuras de
Astérix" se produjo cuando Astérix, Obélix y Panorámix se encontraban en
Egipto, completamente perdidos en el interior de una pirámide. Fue gracias a
Idéfix que los galos lograron salir al exterior.
En la aldea se relaciona con todo
el mundo.
Incluso ha tenido descendencia
propia…
… pero está claro que entre los
humanos su preferido es Obélix…
… o tal vez no…